8/3/14

Nine Inch Nails - The Downward Spiral


Hay discos que están cuidadosamente planeados para ser exitosos, para ser perfectos, desde la gente que está involucrada hasta su contenido y cómo es que fue grabado y concebido. El segundo álbum de Nine Inch Nails es uno de esos casos, todo a su alrededor aseguraba que se convertiría en disco de culto. Hoy dicho trabajo cumple dos décadas de haber visto la luz, y después de tanto tiempo sigue alterando nuestros oídos.

   The Downward Spiral es uno de los triunfos más grandes sobre la llamada 'maldición del segundo álbum'. En 1994, tres años después de que el Nevermind de Nirvana sacudiera al mundo y dejara las puertas abiertas a los sonidos alternativos, había la sensación de que todo lo que hiciera ruido, mientras más se alejara del rock mainstream de los 80's tenía posibilidades de convertirse en un hit. Y así como el éxito de Nevermind representaba indirectamente a todas esas bandas rasposas que no tuvieron la misma fortuna: Sex Pistols, Black Flag, Meat Puppets, Pixies, etc. The Downward... representaba a Skinny Puppy, Einstürzende Neubauten, Laibach, Throbbing Gristle y demás bandas de ruido.

   Obra maestra del ruido, oscuro, pesado y con un sinfín de sonidos industriales y lúgubres, pero con una alta dosis de melodía que te obliga a tararear el 80% del disco. Las letras son un tanto incómodas aunque sucede lo mismo que con la música, no puedes dejar de repetirlas e incluso gritarlas. Es imposible escuchar Closer sin gritar el coro, en especial la parte de I want to fuck you like an animal, con el your god is dead de Heresy y el me and my fucking gun de Big Man With a Gun sucede exactamente lo mismo. Producido por Trent Reznor (vocal, guitarra, bajo, batería) y Flood (U2), mezclado por Alan Moulder (The Jesus And Mary Chain), con colaboraciones de Chris Vrenna (Tweaker), Adrian Belew (King Crimson), Stephen Perkins (Jane's Addiction) y con pinturas de Russell Mills para la portada y arte del disco. Aunado a esto fue grabado en la mansión donde fue asesinada Sharon Tate -en ese entonces esposa de Roman Polanski- por los seguidores de Charles Manson, conocidos como 'la familia Manson' (hecho que le aseguró al álbum un lugar dentro de la cultura pop, incluso antes de ser puesto a la venta). Reznor ha dicho infinidad de veces que Piggy y March of the Pigs nada tienen que ver con Piggies de The Beatles, una de las canciones que Manson tomó de referencia para llevar a cabo sus atrocidades. Sin embargo, muchos ruidos, gritos y gemidos que existen dentro del álbum me remiten al White Album y en especial a Revolution 9.

   A finales de año -con Kurt Cobain muerto- Trent se convirtió en la persona más respetada y solicitada de la industria musical, y dos sucesos lo confirmaban. 1) Produciendo el soundtrack de Natural Born Killers de Oliver Stone (con guión de Quentin Tarantino). 2) La participación de NIN en el Woodstock '94. El show que ofrecieron fue memorable, para la banda y sobre todo para el fenómeno de The Downward... significó lo que se conoce como 'la cereza del pastel'. A pesar de no ser considerados para cerrar ningún escenario, terminaron por opacar a todo mundo incluso a bandas mucho más grandes que ellos. Salieron a tocar totalmente cubiertos de lodo y dieron un concierto lleno de energía y ruido. Cuando se habla del festival lo primero que viene a la mente es Reznor cubierto de lodo gritando y revolcándose por el escenario. A dicho festival se le conoce como Mudstock.

   El legado de este disco es palpable en infinidad de trabajos, Antichrist Superstar de Marilyn Manson es el más obvio. Como alguna vez escribió Bruno MacDonald: '¿Quieres algo alegremente sombrío? Elige a The Cure. ¿Algo brillantemente sombrío? Los Pink Floyd. ¿Algo desagradablemente sombrío, ruidoso y con tendencias suicidas? Ahí estan los Nine Inch Nails'. The Downward Spiral hoy cumple veinte años y a pesar del tiempo sigue sonando sumamente escalofriante... y fresco.

Los videos/singles en orden cronológico... 

   
Piggy también fue sencillo, de tener video iría justo aquí.


Soundgarden - Superunknown


Hace veinte años, exactamente un mes antes de que los medios anunciaran la muerte del grunge a raíz del suicidio de Kurt Cobain, Soundgarden publicó su cuarto álbum. Para muchos se trata de su mejor trabajo, se puede estar de acuerdo o no con esto, pero lo que es un hecho ineludible es que con este disco por fin fueron tomados en cuenta en las grandes ligas, además de que marca el estilo que seguirían manteniendo en el futuro.

   Superunknown es el título de ésta maravilla, un trabajo sólido, largo (supera los 60 minutos) y muy ecléctico, características palpables en todos sus discos posteriores. Para los viejos fans de la banda -que esperaban algo más cercano al heavy metal- significó una decepción. Los reproches, quejas y mentadas de madre que se escucharon por parte de dichos fans, sólo es comparable a los que recibieron los miembros de Metallica cuando sus viejos fans thrashers escucharon por primera vez Nothing Else Matters. Otra de las críticas -absurdas- que recibieron los Soundagarden por parte de viejos fans ni siquiera tenía que ver con su nuevo sonido ni la música del disco sino con el hecho de que Chris Cornell (voz, guitarra) decidió cortar su larga cabellera. Pero al igual que cuando Phil Anselmo se rapó antes de que Pantera publicara Vulgar Display of Power, las pataletas y reclamos de dichos fans se vieron acalladas por la calidad de las canciones contenidas en el Superdesconocido.

   Para Soundgarden su cuarto disco significa el momento cúspide de su carrera, no sólo a nivel creativo sino también comercial. A Pearl Jam le fue bien desde su primer álbum, a Alice In Chains y Nirvana a partir del segundo, pero parecía que el momento de Soundgarden no llegaría nunca, parecían estar condenados al olvido, destinados a la misma suerte que Mudhoney, Screaming Trees o Tad. La frustración que sentían se agrandaba al darse cuenta que grupos oportunistas que imitaban su sonido como Candlebox y Stone Temple Pilots tenían ventas millonarias, giras gigantescas y sonaban todo el tiempo en la radio y televisión.

   De alguna forma el éxito de éste álbum estaba asegurado, con la impecable producción de Michael Beinhorn (Red Hot Chili Peppers) y la mezcla de Brendan O'Brien (Pearl Jam), canciones como Fell On Black Days, Black Hole Sun y Spoonman no tendrían problema alguno en convertirse en hits e incluso en clásicos instantáneos (y así fue). Además de estos tres tracks el álbum contiene un puñado de grandes canciones, en total son 16 cortes y ninguno te da la sensación de ser de relleno. Let Me Drown y My Wave son poderosas canciones de rock; Mailman escrita por Matt Cameron (batería) es la respuesta auditiva a la pregunta ¿qué es el gronch?; en Head Down y la ya mencionada Spoonman, Cameron nos da una cátedra de como golpear los tambores; The Day I Tried To Live tiene un riff y letra memorables, alguna vez Vernon Reid (Living Colour), dijo que esa canción le regresó la fe y amor por la música; Kickstand y la que da nombre al disco tienen algo de punk rasposo, sobre todo Kickstand, escrita por Kim Thayil (guitarra); 4th of July tiene un pesado y pantanoso riff que nos recuerda a Black Sabbath, si la escuchas sin la voz de Cornell podrías pensar que se trata de algún track de SleepHalf escrita por Ben Shepherd (bajo), con sus tintes orientales nos remite a Led Zeppelin (banda con la que siempre habían sido comparados); Fresh Trendils, Limo Wreck y She Likes Surprises (canción no incluida en los primeros tirajes), contienen riffs orientales que con el tiempo se han convertido en sonidos recurrentes de la banda. 

  Cuando la fama llegó tampoco fueron del todo felices. Recibían demasiada atención y demasiada hipocresía. Lo que más encabronaba a Chris era que medios que jamás se habían fijado en él ahora lo ponían en sus portadas con la leyenda: 'La mejor voz de su generación', o peor aún, aparecía en las revistas para adolescentes con pies de foto como: 'Con sus ojos salvajes y su pinta de terrosista árabe, Chris es el pin up definitivo del mundo del rock'.  Lo mismo le sucedía a Kim en las revistas de guitarra y a Matt en las de batería.
   
   Riffs orientales, gritos, líneas de bajo pesadas y mucha experimentación en las percusiones son algunas de las características del Superunknown. La portada e interior del booklet no hacen más que reflejar la oscuridad y pesadez que envuelve a todo el disco, incluso a los cortes más comerciales como Black Hole Sun

La banda prepara un par de ediciones para el aniversario de su álbum más importante: Superunknown20

Los videos/singles en orden cronológico...