Devorador de Sueños es el segundo álbum del dúo instrumental Terror Cósmico, conformado por Javier Alejandre Javi (guitarra) y Nicolás Silveira Nico (tambores).
Siempre he vivido obsesionado con esos mitos, coincidencias y clichés que envuelven a la historia de la música, y cultura popular en general. Uno de esos mitos es la llamada 'maldición del segundo álbum'. En general esta 'maldición' parece que sólo ataca a bandas mainstream de moda, pero no, también lo hace con las bandas underground, de coladera. En fin, si hay algo que me obsesiona más que esos mitos y clichés, esto es: ver dichos mitos destruidos. Con hechos, no palabras. Pues bien, creo que aquí estamos frente a uno de los más grandes triunfos sobre dicha maldición.
Devorador de Sueños supera en muchos aspectos a su antecesor Muerte y Transfiguración (2013), en producción, composición, etc. La batería suena impresionante, es perceptible cada elemento de ésta, el bombo, tarola, contras, y demás. Por su parte, los riffs no tienen compasión de tu cerebro, se clavan y permanecen incrustados en lo más recondito de éste. A veces cercanos al stoner, al doom, sludge e incluso al thrash.
La portada fue creada por Arlo Tafoya y Fräppa. Debo decirlo, el resultado no es de mi total agrado, menos después de escuchar el sonido monstruoso que se esconde bajo el disco. Impecablemente grabado y mezclado en V34 por Miguel Fraino (Cardiel), y producido por Viktor Fritz.
Desde los primeros sonidos de Subdimensión, se apoderan de ti y todo tu ser, y no te sueltan hasta 50 minutos después. Dominio te volará los sesos desde la primera vez que la escuches, esos riffs doom son imposibles de ignorar; Sus Verdaderos Nombres Son Los Antiguos es otro golpe a tu cabeza, con esas guitarras estridentes que tanto amamos, y todo su ruidero final deja el terreno listo para la bomba que se avecina; Era de los Trastornos, mi favorito del álbum, nueve minutos de maestría pura. Javi muestra más seguridad y confianza a la hora de ejecutar su instrumento, pasajes hipnóticos como el intro de Espectro Electromagnético o el puente en Era de los... lo dejan claro.
Agosto del 78 es una melodía muy densa, oscura y dolorosa, después de saber la historia detrás de ella (que no me corresponde a mi contarles), no puedo más que sentir un estruendo en el pecho cada que la escucho. Al igual que en su predecesor en Devorador... hay un track con voz, titulado Akelarre, Zuriel López Perikillo (Nazareno el Violento) y Luis Amaro Trix (Into Sickness) son los encargados de desgarrar sus gargantas en dicho track. Los pequeños sonidos de batería y guitarra que hay en medio de las rolas, más los interludios y silencios (el más notorio está entre el final de Baku y el inicio de Tendría Que Caerse el Sol) terminan por darle ese toque de magia que sólo los albumes perfectos tienen.
En este trabajo, Nico y Javi se arriesgan al explorar ritmos que no habíamos asociado al sonido de la banda. Sonidos hardcore-thrash como en Los Extintos y Baku, que nos remiten al Slayer de finales de los 90's, con esas guitarras crudas, oxidadas, y baterías fuera de control.
Agosto del 78 es una melodía muy densa, oscura y dolorosa, después de saber la historia detrás de ella (que no me corresponde a mi contarles), no puedo más que sentir un estruendo en el pecho cada que la escucho. Al igual que en su predecesor en Devorador... hay un track con voz, titulado Akelarre, Zuriel López Perikillo (Nazareno el Violento) y Luis Amaro Trix (Into Sickness) son los encargados de desgarrar sus gargantas en dicho track. Los pequeños sonidos de batería y guitarra que hay en medio de las rolas, más los interludios y silencios (el más notorio está entre el final de Baku y el inicio de Tendría Que Caerse el Sol) terminan por darle ese toque de magia que sólo los albumes perfectos tienen.
En este trabajo, Nico y Javi se arriesgan al explorar ritmos que no habíamos asociado al sonido de la banda. Sonidos hardcore-thrash como en Los Extintos y Baku, que nos remiten al Slayer de finales de los 90's, con esas guitarras crudas, oxidadas, y baterías fuera de control.
Hace apenas 15 años, en nuestro país, en nuestra escena, era inconcebible una banda instrumental que no usara máscaras ni disfraces ridículos, más inconcebible aún, una banda con un sonido tan bestialmente majestuoso como el del Terror. Afortunadamente hoy hay varios grupos de este estilo, con una calidad sorprendente. Sin duda alguna con Devorador de Sueños, Terror Cósmico se coloca sobre todos ellos.
Es nuestro álbum favorito (nacional) en lo que va del 2015.
Video grabado en V34 (nuestra rola favorita).
Acá lo escuchas completo.
Hace un par de semanas lo presentaron en el Centro Cultural de España, aquí lo que sucedió.