Pocas veces en el mundo de los discos, ha habido un nombre tan atinado como éste. El tercer y último disco de The Stooges (The Weirdness del 2007, no debería existir y para mí no existe), acá bajo el nombre de Iggy And The Stooges es el perfecto epitafio para una de las bandas más crudas, desmadrosas e incomprendidas de la historia.
The Stooges grabaron dos álbumes entre 1969 y 1970; The Stooges y Fun House respectivamente, con Iggy Pop (vocal), Ron Asheton (guitarra), Dave Alexander (bajo) y Scott Asheton (tambores). Eran la mezcla perfecta entre The Velvet Underground y The Doors (las bandas favoritas de Iggy) pero llevadas al extremo; si los Velvet tocaban sin afinar sus instrumentos, los Stooges tocaban golpeándolos contra sus micrófonos, si Morrison se presentaba ebrio a tocar, Iggy salía al escenario hasta la madre, embarrado con aceite, miel o cualquier porquería, rompía un par de botellas y se revolcaba sobre los vidrios. Para 1972 oficialmente ya no existían, Pop era adicto a la heroína y Alexander al alcohol (falleció en el '75 a causa de ello).
Entonces apareció David Bowie - fanático incansable del rock y por supuesto de los Stooges - convenció a Iggy de ir con él a Inglaterra y reformar a su banda, estando allá comenzó a trabajar con James Williamson con quien ya había trabajado en los Stooges como guitarrista secundario y decidieron llamar a los hermanos Asheton, así en un par de semanas tenían su tercer trabajo terminado, la producción y mezcla corrió a cargo de Bowie. Raw Power vió la luz el 7 de febrero de 1973.
El orden de las rolas es intercalado; una destructora y una tranquila, así, Search and Destroy, Your Pretty Face Is Going to Hell, Raw Power y Shake Appeal (absoluta estridencia), quedaron separadas por Gimme Danger, Penetration y I Need Somebody (cuasi baladas) y cierra con un garage rock sucio llamado: Death Trip. Esto porque seguramente a los ejecutivos de la disquera y tal vez al mismo Bowie les pareció demasiado ruido y brutalidad junta, y con justa razón pues cualquier persona que en esa época se hubiera atrevido a escuchar Search and Destroy, Your Pretty Face... y Raw Power de un jalón, seguramente hubiera perdiendo la cabeza.
La historia de la música popular del siglo XX fácilmente podría ser dividida en dos: un antes y un despúes de los Sex Pistols. En este mundo post-Pistols en el que nos tocó vivir, no nos parece extraño ir a una fiesta y oír Search & Destroy entre cumbias y techno, encender la radio y escuchar un programa de rock rasposo, llamado Raw Power*, tampoco nos asombra o asusta prender la tele y ver comerciales musicalizados con los riffs de esa rola de fondo, pero en 1973, en un mundo post-hippie, y con un rock cada vez más maquillado, sin mencionar que estaba por entrar en una horrorosa era de pretensión, grandilocuencia y sobreproducción, Iggy y su banda no tenían lugar, su música era inaudita - e inaudible - demasiado violenta y cruda para los roqueros que gustaban de la brillantina y los tacones altos.
Dark Side Of The Moon de Pink Floyd saldría un mes después y cambiaría el rumbo de la música para siempre, hoy sigue siendo el tercer disco más vendido de la historia, es una obra maestra, no hay duda, pero... ninguno de sus tracks te eriza los pelos, ni te hace sentir ese clímax catártico que sientes al escuchar la mayoría de los cortes de Raw Power. "Rau Pagüer" fué un fracaso en ventas y tanto Iggy como sus compañeros decidieron separarse un año después de su grabación.
La historia se ha encargado de revalorarlo y rescatarlo del olvido. El tercer álbum de los Stooges estuvo en las penumbras durante años, hasta que en el '77 con la explosión del punk y el regreso de Iggy a la industria musical (otra vez de la mano de Bowie), se le comenzó a rendir pleitesía, el hardcore, noise, thrash, grunge e incluso el puti-rock de los Strokes le deben algo a este disco.
Hoy, gracias a que los medios - otra vez - están inmersos en música pretenciosa con falta de huevos, el Raw Power vuelve a sonar rasposo, arrogante, salvaje y retador, justo esa actitud que refleja Iggy en la foto de Mick Rock que sirve de portada para éste imprescindible álbum.
Así abría esa joya:
34 minutos de puro pinche 'Poder Crudo'.
La reseña que en su momento le hizo Lenny Kaye (antes de convertirse en guitarrista de Patti Smith) para la Rolling Stone: Raw Power Review.
*Raw Power se transmite todos los jueves a las 23:00 hrs. por Ibero 90.9 FM.