Hoy se cumplen 20 años de que esta maravilla llegó a las tiendas, y parafraseando - por millonésima vez - al WARpig: "Que díficil es escribir sobre algo que se quiere tanto".
A mediados de 1992, MTV y la radio comercial, ya no eran lo mismo, atrás habían quedado los días en que bandas como Mötley Crüe, Poison y toda esa mierda - erróneamente - conocidas como; glam, atiborraban la programación, articulos y portadas de los medios musicales, ahora "todo" estaba permitido, casi como en el '77 cuando el punk cambió las reglas del juego, a Nirvana, con su Nevermind, le tocó destapar la cloaca y de pronto, todos aquellos grupos que no aspiraban más que a grabar un par de discos y tocar en bares y clubes por el resto de sus días, ahora podían llenar estadios, grabar videos, firmar jugosos contratos millonarios y salir en la televisión. Todo sonaba emocionante, cada semana salían a la luz bandas que te volaban la cabeza, una que otra prefabricada y sin chiste, como siempre, pero la gran mayoría de gran calidad.
En ese momento historico, en Palm Desert, California, se había estado gestando un movimiento y género al que se denomino: Stoner Rock, por sus tintes psicodélicos e íntimas conexiones con el uso de la cannabis y drogas alucinógenas, dicho estilo músical era encabezado - y prácticamente inventado - por una banda que en sus inicios se llamó: Katzenjammer, despúes; Sons of Kyuss y por último, simplemente: Kyuss.
Su primer alineación oficial - la mejor que jamás tuvieron - consistía en: John Garcia (vocalista), Brant Bjork (batería), Nick Oliveri (bajo) y Josh Homme (guitarra), para inicios del '92, Kyuss ya traía bajo el brazo un Lp (Wretch de 1991) y un Ep, éste bajo el nombre de Sons of Kyuss, sin embargo, con los antecedentes poco favorables de su primer álbum, en cuanto a ventas y críticas, nadie daba mucho por ellos y mucho menos se podían imaginar lo que estaba por suceder, se fueron al Sound City Studios en Van Nuys, California - donde por cierto se grabó parte del Nevermind - y ahí grabaron el disco que define a la perfección el termino; Stoner, y sin duda alguna el mejor álbum no sólo de los Kyuss sino de todo el Stoner Rock en general.
Aunque para estos momentos ya estaba a la venta el Spine of God de Monster Magnet, Kyuss creó un trabajo tan perfecto que inmediatamente se erigieron como la banda más representativa e importante del movimiento Stoner, pues a la par de la pesadez y complejidad de sus rolas, también tenían un gancho pegajoso que bandas como los ya mencionados, no poseían, y entonces gracias a ello pudieron colar un par de videos a la MTV y al Much Music.
Muy al contrario de lo que se conoce como. "la maldición del segundo disco", este trabajo los consolidó como los grandes músicos, compositores y creadores que son (una vez separada la banda, nos lo demostrarían con la cantidad de proyectos que cada uno de sus ex-miembros formó).
Todo el álbum - incluyendo Yeah de cuatro segundos de duración - es incréible, una genial mezcla de psicodelia, rock espacial, grunge, doom y metal, el sonido lo consiguió Homme, conectando su guitarra a un amplificador de bajo y unos pedales wah-wah, y esos riffs y solos - como siempre lo he dicho - son de las cosas más originales en la historia, las líneas de bajo de Oliveri (siempre me he preguntado, ¿Por qué le tiran tanta mierda a gente como Jason Newsted, por usar plumilla y al Nick no?), son una mezcla entre funk y groove, perfectos para acompañar los riffs del Joshua, la batería del Bjork, suena maciza y concisa a todo momento, a pesar del sonido tan grave que se escucha en su totalidad, se alcanzan a percibir perfectamente los contras, tarola y bombo, uffffff, y todo esto con el plus vocal y letristico de Garcia (diría que fue su mejor momento, pero después con Unida y Hermano nos demostró que su rango vocal daba para mucho más).
Kyuss es de esas bandas perfectas, no sólo cada uno de los miembros maneja a la perfrección su instrumento, sino que además, todos son compositores y están sumamente involucrados en lo que hacen, por ejemplo, el concepto de este álbum fue idea del Brant Bjork, Blues For The Red Sun se los produjo Chris Goss (Masters of Reality).
¿Tiene caso seguirlos choreando y describirles el álbum, rola por rola?, yo creo que no.
El track 5, con su mítico coro: "I hate slow songs!!!". Ver a Oliveri con el cabello largo, sigue siendo de las cosas más raras para los fans de Queens Of The Stone Age, y el John con su camisa de franela, asegurando así - al menos de primera vista - que los grungeros los voltearan a ver.
Este es el track 2 y lo compusó Bjork... en el video ya no sale Oliveri, pues un poco después de que terminaran el disco su padre falleció y decidió abandonar la banda, lo sustituyó: Scott Reeder (The Obsessed), con sus incréibles dedos-púas.
Si por alguna extraña razón nunca han escuchado esta obra maestra del rock gringo, este es el momento, así de paso, si me ven por la calle o en una peda, no me volverán a preguntar: "¿Qué significa Kyuss?" y "¿Por qué lo traes tatuado en el cuello?"...