25/9/12

Black Sabbath - Vol 4


Hace 40 años cuando los Black Sabbath sacaron a la venta su cuarto disco, no había en el mundo banda más pesada que ellos.

La alineación que grabó este álbum es la más chingona que ha tenido esta banda:  Ozzy Osbourne (vocales), Tony Iommi (guitarra, piano), Geezer Butler (bajo y mellotron) y Bill Ward (batería y percusiones), se trasladaron a Los Angeles para grabarlo, el disco debía salir en abril pero estando en dicha ciudad a los Sabs se les empezaron a salir las cosas de las manos. Snowblind iba a ser el título de esta joya, en referencia a la cocaína - droga a la que eran adictos por ese entonces - y por ello los directivos de su disquera no se los permitieron; por ser su cuarto opus y para no quebrarse la cabeza decidieron que Vol 4 sería un buen título, sus referencias a esa droga que tanto les gustaba se quedó en la letra del track 6; Snowblind y su agradecimiento a "The great COKE-Cola Company of  Los Angeles" en los créditos del disco.

Durante años y años - hasta que comprendí la grandeza del Master Of Reality y por mi necedad de no alabar a un disco tan rentable como Paranoid - este fue mi disco favorito del Sabbath, es un álbum sumamente ecléctico, desde el primer riff de  Wheels of Confusion - con sus ocho minutos de duración - te vuelan los sesos, la guitarra de Iommi te corta la respiración en cada track, y sus solos son impresionantes, las líneas de bajo de Butler pesadas y pastosas, la batería del Ward suena un poco bajo, y la voz, grandiosa, creo que Ozzy jamás volvió a cantar tan bien; Tomorrow's Dream juega el papel que jugó Paranoid años atrás, un intento por entrar en la radio, de hecho es el primer sencillo en salir a la venta desde aquel fructífero Paranoid; FX y Laguna Sunrise son dos pistas instrumentales, la primera, sólo ruidos de guitarra, mientras que la segunda es una bellísima pieza de guitarra acústica y sección de cuerdas; Supernaut tiene un riff asesino capaz de romperle el ano al metalero más rudo que conozcan, además la voz se escucha como nunca antes, con Ozzy desgarrándose la garganta; Snowblind ya saben de que trata y hasta el día de hoy es de esas canciones infaltables en sus conciertos, es la que más tocan de este Vol 4; Cornucopia y Under The Sun tienen los intros más pesados que cualquier cosa que hayan grabado los Led Zeppelin o Deep Purple (por mencionar dos bandas a las que siempre se les ha querido comparar); St. Vitus Dance tiene un riff muy raro e hipnotizante, que dejó tan impresionado al joven Dave Chandler que decidió bautizar así a su banda.

Changes - el track tres - merece mención aparte, la primer vez que me tope con Vol 4 creí que se trataba de un cover a Bowie, si bien los Sabs ya habían experimentado con las semi-baladas o canciones tranquilas: Planet Caravan y Solitude, acá de plano, los fans más acérrimos de la banda se sintieron traicionados y ofendidos, Changes funciona como un arma de doble filo, por un lado se les tachó de "vendidos" y por el otro de genios y arriesgados; para la banda más pesada de la tierra fue la prueba de lo ecléctico que se estaba volviendo su estilo,  a manera de rumor se dice que Rick Wakeman (Yes) grabó el piano de esta canción, sin embargo en tres ediciones distintas que he tenido en las manos en ninguna de ellas viene acreditado como tal, a fin de cuentas el experimento les salió bien, todavía hoy y durante todo el reinado del metal en los 80's y 90's las baladas o power ballads se convirtieron en un cliché obligado del género. 

La portada, mítica hoy en día, ha sido motivo de homenajes y parodias innumerables, al igual que cada uno de los tracks ha sido covereado hasta el cansancio.

En 1972 los Sabs desbordan creatividad, la decadencia les pegaría un par de años después, pero acá no tenían comparación, eran intocables, las otras bandas a las que se les asociaba se quedaban cortas ante el sonido apabullante del Sabbath, o eran más hippies o más comerciales, pero no tenían ese sonido moustruoso del que Iommi y sus amigos se habían vuelto expertos en recrear.

Alguna vez leí por ahí la mejor introducción para el Vol 4: "Antes de que Black Sabbath se derrumbara en medio de peleas estimuladas por las drogas, hubo un momento en el que las drogas estimulaban su genio".

Dos en vivo...


Quizás, la última vez que estuvieron juntos, antes de su reencuentro...

Acá se los dejo completo, 43 minutos de absoluta genialidad...

... y la mítica reseña de la Rolling Stone, donde Tom Clark compara al sonido del Sabbath con un moustruo, describiendonos cada corte del álbum de esa manera y los cataloga como genios.
Black Sabbath, Vol. 4 Rolling Stone review...