20/3/13

Primus en México

Después de una larga espera, 14 años en mi caso, Primus pisó nuestro país por primera vez, para ofrecer no uno, ni dos, sino tres conciertos, con un setlist parcialmente distinto cada uno de ellos, y a menos de que asistieras a los tres, el mejor concierto siempre será al que te toco ir. Creo que el destino influye en estos casos, pude comprar boleto para cualquiera de los tres días y me decidí por el del martes 12, se hicieron tres posters distintos para cada presentación y el hecho de que me tocara ir el día en que en el cártel aparecía Larry LaLonde de una u otra forma, presagiaba como iba a estar aquel concierto.

    La alineación que vino fue la misma que grabó el Green Naugahyde del 2011: Les Claypool (bajo), Larry LaLonde (guitarra) y Jay Lane (batería). Fuí acompañado por una gran amiga, llegamos justo a la hora que marcaba el boleto, y como es una borracha, nos fuimos a formar para comprar bebidas, de repente empezó a sonar aquella pieza instrumental con la que abren sus conciertos desde el 2011, así que corrimos para entrar y ver a mis grandes héroes de la adolescencia.

    Traían la escenografía que les hemos visto desde hace un par de años, dos astronautas enormes en las esquinas y una pantalla gigante en el centro en la que se proyectaban imagenes referentes a cada rola, no traían el show en 3D, quesque porque no pudieron trasladar el equipo para ello. 
   
    Comenzaron con To Defy the Laws of Tradition (la primer rola de su primer disco de estudio), Last Salmon Man, Duchess and the Proverbial Mind Spread y como a la mitad de la tercer rola me di cuenta de la maestría de sus jams - sí, hasta para jamear hay que tener talento - y recordé que los últimos años Primus se había convertido en una banda para pachecos (al menos en vivo). Con  Southbound Pachyderm ya nos tenían comiendo de sus manos.
    En un mes el Pork Soda cumplirá sus primeros viente años, cuando empezó a sonar Bob imaginé que tocarían un pequeño medley con las canciones de dicho álbum o que al menos se segurían con DMV... no fue así, siguió Over the Falls y Lee Van Cleef, durante ésta última en la pantalla se proyectaban imagenes del susodicho, mostrándonos su famosa mueca de odio y desprecio, vino una de mis grandes favoritas y que nunca pensé escuchar en vivo: Del Davis Tree Farm y con Jerry Was A Race Car Driver hicieron cimbrar todo el lugar, con ésta llegó el intermedio y proyectaron unos episodios en blanco y negro de Popeye, mi acompañante me hizo notar algo que jamás había pensado: "Claypool canta un poco emulando la voz de Popeye".

    Regresaron con Spegetti Western y Lane nos demostro sus facultades como percusionista, luego se aventaron Frankenstein del Edgar Winter Group, sonó otra del Pork Soda: The Pressman y Les salió momentáneamente del escenario, mientras LaLonde hacía ruidos con su guitarra, era obvio lo que estaba por suceder, Les volvió con su máscara de puerco y nos escupieron en la cara Jilly's On Smack, pensé que se seguirían con Green Ranger pero en vez de eso nos rompieron el hocico con Mr. Krinkle, ya no podíamos exigirles más a esas bestias, entonces se escucho Eyes of the Squirrel con un final sorprendente y Dirty Drowning Man. Durante las tres horas del concierto Claypool sólo se dirigió al público un par de ocasiones, una para presentarnos al impresionante guitarrista de Possessed: ¡¡Larry LaLonde!!, y la otra para aclarar que nunca repiten sets, pero que estaban tan emocionados que esta vez lo harían.

    El público enloqueció cuando llegó Wynona's Big Brown Beaver (una de las que repitieron las tres noches), tocaron una versión destructora de Tommy The Cat y se largaron... volvieron unos minutos después para despedirse con Electric Funeral de Black Sabbath (la mejor banda del mundo, según el WARpig). No me interesa que tocaron el lunes o el miércoles, el día que elegí ir, cerraron con ¡¡¡BLACK SABBATH!!! y a eso... se le llama destino, chinga.

No existe una versión digna de Electric Funeral así que les dejo esta maravilla.