18/3/13

Adrenaline Starts To Flow...

Primus
Auditorio Blackberry, 11 de marzo 2013.
Por: Leonardo Aranda.

Hay bandas que todos deseamos ver, y sin embargo nunca creemos que llegará ese momento. Una de esas bandas siempre fue Primus. Al igual que con bandas como Tool o Soundgarden, siempre habían corrido rumores de la posible visita de la banda a México. Sin embargo, ninguno de estos rumores jamás se había concretado, y con cada año la expectativa se incrementaba. 

    Este año por fin los rumores se volvieron realidad y Primus visito nuestro país. La noticia corrió como polvorín un día por las redes de sociales, y los boletos salían al día siguiente. En mi muro de Facebook aparecieron cientos de videos de Primus al mismo tiempo, y todo mundo se preparo para endeudarse. Al día siguiente todos nos enteramos de que no sólo la banda visitaría nuestro país, sino que nos regalaría dos fechas y que cada una de ellas tendría un setlist distinto. Después de mucha meditación sobre la economía de mi bolsillo decidí comprar boleto únicamente para la primera fecha, esperando que con ello por lo menos pudiera satisfacer el deseo de ver a Primus.

    Después de unas semanas de espera la fecha llegó. Llegamos un cuarto de hora antes de la hora marcada en el boleto al Auditorio Blackberry. A diferencia de otros conciertos a los que había acudido en el recinto, ésta vez el auditorio no estaba lleno de niños fresas que van a un concierto como van a un antro, más con las expectativas de socializar y ligar que de escuchar una banda. Ésta vez el público estaba lleno de evidentes fans del grupo. Desde que entramos a la sala, el concierto prometió mucho. Dos gigantescas figuras con forma de astronautas y una pantalla de LEDs gigante nos decían que no sólo escucharíamos, sino que también veríamos algo fascinante.

    Finalmente, tres minutos después de la hora la banda comenzó. Con riffs potentes y mucha psicodelia, Claypool y compañía tomaron el escenario desde el primer minuto. Escuchar a Primus en vivo es totalmente diferente de lo que es escuchar su música en disco. No sólo es la experiencia de estar frente al grupo, y la vibra general que producen los actos en vivo. Sino que cada canción tiene una vida diferente con arreglos alucinantes y versiones super extendidas donde hay mucha improvisación que se disfraza tras la precisión en la ejecución que cada uno de los integrantes tiene de su instrumento.

    Después de una hora y cuarto, la banda tomo un descanso de quince minutos durante el cual se proyectaron tres cortos antiguos de Popeye. Al final del descanso la banda regreso con mucha más potencia para tocar otra hora más y acabar cerca de la media noche con una sesión alucinante donde predominó el virtuosismo en el bajo, la precisión, los ritmos complejos y la fuerza que tiene una banda de músicos que muestran su experticia con la solidez de su sonido.


Leonardo: @LeonardoAranda_